Evaluación del riesgo y de la piel

Evaluación del riesgo

El riesgo de desarrollar úlceras por presión de una persona debe evaluarse lo antes posible después de la llegada a los cuidados y luego de manera regular, en caso de cambios en el estado de salud y antes del alta⁽¹⁾. Para aquellas personas que se considera que tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras por presión, debe elaborarse un plan de enfermería individual. Para todos los pacientes en riesgo, se deben tomar medidas preventivas y elaborar un plan de atención individual en la historia clínica del paciente. El plan de atención debe describir los objetivos, las medidas planificadas y el resultado debe describirse y evaluarse⁽¹⁾⁽²⁾.

Lea más sobre esto en nuestro plan de acción para úlceras por presión.

Evaluación de la piel

La evaluación de la piel debe realizarse como parte de la evaluación del riesgo ⁽¹⁾⁽²⁾. La evaluación de la piel debe llevarse a cabo rápidamente y ser una tarea de alta prioridad al comienzo de un período de atención, independientemente de si la persona se encuentra en un centro de atención o es atendida en su propio hogar.

Realice la evaluación de la piel de “cabeza a pies” con especial enfoque en las protuberancias óseas. Inspeccione las áreas de la piel que entran en contacto con equipos médicos, ya que estos pueden causar úlceras por presión. La evaluación se repite diariamente en personas en riesgo de desarrollar úlceras por presión. También se debe evaluar la piel en función de signos de sequedad, eccema, grietas en la piel y maceración ⁽¹⁾⁽²⁾.

Cuando se produce dolor o incomodidad al acostarse o sentarse, nuestro cerebro envía señales de advertencia para que nos movamos de la posición.